3/12/2019

Fuera lazos amarillos!

Me levanto a mi hora acostumbrada, me ducho, me afeito, me tomo mi desayuno favorito tranquilamente, doy el beso de rigor a mi esposa, grito a mis hijos que llegarán tarde a la escuela, y en pocos minutos, en transporte público, llego a mi lugar de trabajo y dispongo de unos minutos para preparar la sesión, despachar con algunos subordinados, peinarme y ajustar mi corbata. Y entrar togado en la sala que tiene que ser políticamente neutral.

Delante mío encuentro a siete hombre y dos mujeres exquisitamente educados, profundamente democráticos y pacíficos hasta las últimas consecuencias, acusados de organizar o promover "alzamientos", a quienes he obligado y sigo obligando -con mis colegas- a dormir en celdas inhóspitas después de cenar restos ya fríos, a más de 600 km de sus casas, a levantarse a les 6, a ser trasladados -sin poder desayunar- en viajes de más de una hora en un vehículo y luego en otro, y pasando por un calabozo, a poder ver con suerte, unos minutos cada semana, a sus parejas e hijos, y a poder encontrar energías para preparar su defensa.

Mientras tanto, en nombre de millones de ciudadanos que consideran que mantener políticos y líderes sociales en prisión preventiva incluso durante el mismo juicio es un abuso de poder y una muestra de revanchismo, la Generalitat y centenares de ayuntamientos en toda Cataluña evidencian psu colgando de sus balcones y paredes carteles y lazos amarillos. Sin hablar de las protestas por la condición de los presos hechas por Human Rights Watch, Amnesty International, la International Commission of Jurists, centenares de professores de derecho, y rechazos de órdenes de extradición por Bélgica y Alemania.

Al cabo de un rato, se interrumpe la sesión (donde ocupa su lugar en el banco de la acusación un dirigente destacado de un partido cuyo anticatalanismo es público y notorio, intentando sacar pecho a la vista de las elecciones) porque tengo que asistir a otro sitio que tiene que ser políticamente neutral.

Allí me espera la petición de otro partido cuyo anticatalanismo es público y notorio, para que decida con mis colegas prohibir en los edificios de la Generalitat -que tiene que ser políticamente neutral- las muestras de color amarillo de rechazo a la decisión tomada con mis otros colegas de mantener políticos y líderes sociales en prisión preventiva.

Petición concedida.

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