Cartas a Amaia 7

Hola de nuevo, Amaia!

Me he sorprendido agradablemente cuando me has dicho que tienes un muy bien amigo tuyo, miembro de las FCSE, temporalmente estacionado en Cataluña. No sé si está alojado en alguno de los cruceros (dos en Barcelona, uno en Tarragona; ...

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No es un conflicto de orden, ni policial ni judicial. Es un conflicto político!

...te hablé de ellos el otro día) o en un hotel. Espero que lo último no, porque desde el domingo por la noche, sobretodo, llegan noticias de que los últimos no pueden dormir bien por culpa de algunos vecinos que hacen mucho ruido, deliberadamente, durante toda la noche. Bueno, parece que en alguno de los cruceros el tema lleva más días.

Digo que me ha sorprendido, porque como tantos soy víctima de los estereotipos, los prejuicios, que suelen dividir el mundo en buenos y malos: es una confesión que muchos otros deberían hacer, creo! Y bueno, que sea euskaldunberri está muy bien: por mi hermano, sé que aprender tu idioma cuesta lo suyo!

Volviendo a lo que decía, los políticos de Madrid les han dado un tarea nada agradable a tu amigo (no me has dicho su nombre! Les pongo... Ramón?) y a sus compañeros.

Estos días he hablado con muchos extranjeros (a amigos que me han escrito, pidiéndome si estoy bien!) y nada he visto nada igual. En su vida. Que la gente espere aterrorizada el sonido de las sirenas, que policías carguen contra gente inmóvil, pacífica, de todas las edades, que están al lado de un colegio electoral para votar (Sí o No o lo que sea: los palos no distinguen) es, para ellos y para la gran mayoría de catalanes, intolerable, indigno, escalofriante. Que les digamos ejemplos de gente mayor -yo conozco casos- que habría ido a votar Sí, y no se han atrevido porque les perdura el nefasto recuerdo de la guerra civil, les cuesta a los extranjeros de digerir.

A Ramón y sus compañeros, los políticos les han dado unas tareas, en relación con la votación del 1 de octubre, que además de hacerles parecer unos brutos violentos, han rayado el ridículo, y que seguro que les han dado algo de vergüenza. Perseguir, como gato y ratón, por toda Cataluña, unos cajitas de plástico (y unos papelitos que el país entero ha podido imprimir, en el formato oficial, tantas veces como hiciera falta, si se encontraban los otros!), sin el más mínimo éxito, es humiliante, y lo siento por ellos. Que sus superiores les alojaran, a muchos, en un barco de Warner Bros, el Moby, ha sido humiliante para ellos, y lo siento. No sé si usas twitter, pero #SaveTweety y #SavePiolin han sido expresiones que han dado la vuelta al mundo con tono burlesco (hacía los que alquilaron el barco, claro), acompañando las imágenes de los intentos de tapar estos simpáticos personajes de Loony Tunes. Y unos camarotes para una familia con dos niños pequeños no son adecuados bajo ningún concepto para alojar a cuatro señores adultos y me imagino que en buena forma. Alguno se quejó, parece... y con razón.

Toda mi respeto y solidaridad, por eso, hasta los vergonzosos hechos del domingo. Supongo que las FCSE se han dado cuenta de la gravedad de la tarea que los dieron los políticos de Madrid, quizá después de este momento. Porqué desde la noche del domingo, sobretodo, la indignación de la gente más normal del mundo se ha multiplicado. Los vecinos de los hoteles la han exteriorizado más. Aunque claro, si salen algunos por la noche, sin uniforme pero armados con sus porras de reglamento, a repartir palazos a los viejecitos que pasean sus perros por el centro de Calella, la reacción es comprensible. E insisto, es una reacción de la gente más normal del mundo! Se ha percibido no que venían a protegernos sino a controlar, amedrantarnos: y esto no lo acepta una sociedad madura.

Es por culpa de los políticos en Madrid que les han enviado a Cataluña a resolver un problema que es simplemente político. Explotó en 2010 cuando nuestro Estatuto (el primer que ha sido objeto de recurso, creo!) dejó de ser constitucional justamente por culpa del Tribunal Constitucional... y ni el PSOE primero ni el PP después, han tenido agallas para resolverlo. Es un problema político, y no sé qué hacen Ramón y sus compañeros en Cataluña. No es un problema de orden público. Encima, el Gobierno ha mentido deliberadamente. Por ejemplo, leo que afirma que "las unidades de la Policía y de la Guardia Civil desplegadas en Cataluña tienen como objetivo «apoyar y colaborar con los Mossos» en el mantenimiento del orden público, y «garantizar que se cumple la ley y se respetan los derechos y las libertades». Apoyar y colaborar? La Generalitat, que es quien tiene las competencias en esta materia, ha reclamado apoyo y colaboración? Los únicos actos de violencia contra las personas han sido a manos justamente de algunos, bastantes, de los compañeros de tu amigo, Amaia. El desorden (que el Gobierno clarísimamente querría que fuera "tumultuosa" para gritar "Mirad! Mirad! Sedicióóón!") ha venido únicamente de los actos derivados de la acción de las autoridades españolas en contra de las instituciones y personas catalanas! Qué ironía!

Insisto: no es un problema de orden, ni policial ni judicial. Es un tema político que durante siete años sucesivos gobiernos han dejado pudrirse con la esperanza de que bajara el soufflé. Con seis años seguidos de manifestaciones multitudinarias cada 11 de septiembre. Pero en Madrid no han entendido -ni ante la insistencia de Millo, en años anteriores a su actual cargo- nada de lo que pasa en Cataluña, que es simplemente (no sé si es la palabra adecuada!) el resurgir de un pueblo, que aspira mayoritariamente a ser como España: un país independiente donde se resuelvan las cuestiones que afectan a la ciudadanía, como dónde y cómo se invierten los impuestos recaudados, y no como ahora, con un bloqueo constante por Madrid de la legislación aprobada democráticamente, la gran mayoría asociada íntimamente con el bienestar social de la población.

Y los hechos del domingo (parece que hace una eternidad... y mira el calendario encima del post!) han convertido una huelga anunciada antes por unos sindicatos (con todo el respeto!) minoritarios y completamente al margen de la Generalitat, en una jornada -otra jornada!- inolvidable, histórica, de afirmación en todo el país, con manifestaciones pacíficas -incluso silenciosas- de la supremacia de los derechos humanos fundamentales: libertad de expresión, libertad de reunión, no discriminación, liberad de información, y quizá me dejo alguno. También ayer martes, Madrid -y no los compañeros de Ramón!- ha sido seriamente derrotado no por los líderes catalanes, sino por el grassroots, el pueblo raso. Vimos muchísima gente, la gran mayoría, sin bandera alguna. Y muchas independendistas, como era de esperar. Pero también había banderas españolas, tanto la monárquica como lo república. Ningún problema. Abrazos, incluso, y todo. En Cataluña me consta que hay muchos que se identifican nítidamente como españoles, pero que sienten asco y vergüenza ante lo que algunos compañeros de Ramón hicieron el domingo.

Insisto una vez más: no es un problema de orden ni policial ni judicial. Es un problema político. Lo demuestran hechos múltiples: el fiscal niega la evidencia de la brutalidad y no lo llevará -de oficio debería ser- al juzgado; la fiscalía en vez de estudiar la vejación sexual que sufrió Marta T y que denunció Ada Colau, ha dicho que piensa denunciar... a Ada Colau; la Sra. Sáenz de Santamaría llevará a los tribunales al mítico Hristo Stoichkov por decir que su familia es seguidora d'un señor, ya difunto. Como puede ofenderse, si su Gobierno sigue dando generosas subvenciones a una fundación que nadie ha declarado ilegal, y que lleva su nombre? Un honor sería. O simplemente por parte de Stoichkov, un error de información. Pero ¿una querella? En definitiva, las declaraciones de Rajoy, de Sáenz de Santamaría, de Rafael Hernando, me han hecho hervir la sangre, de indignación. Que vivan en un mundo paralelo, en un Matrix, es su problema: pero ¿qué derecho tienen de intentar manipular a la opinión pública española de esta manera tan borde?


Es más: si -como van insistiendo de forma machacona- nadie en el mundo mundial va a reconocer una Cataluña independiente si lo hace España, por qué no esperar tranquilamente a qué los catalanes vuelvan a votar, esta vez por volver a España? Todo democráticamente y sin violentar la población, mucha de la cual han soñado durante generaciones con la libertad de su pueblo: un sueño difícilmente superable en nobleza.

Pero la mera presencia en Cataluña de las FCSE da sensación de opresión, de amenaza, no ya a los antisistema: al conjunto de la población que quiere, que respira Cataluña. El domingo la experiencia ante los colegios electorales fue heroica, épica, si quieres, pero jamás en mi vida había soportado tantas horas de angustia. Perdí kilo y medio. Otro familiar, dos.

La triste realidad, lo que nos llevó entre todos (y a pesar de todo) a dar un Sí a todas luces suficientemente grande como para justificar los próximos pasos, es que los que mandan en Madrid no son capaces de negociar, de dialogar, de buscar puentes y acuerdos -lo único que saben hacer es apropiarse de estos términos de forma visiblemente ridícula-, para (de nuevo) distorsionar la realidad e agitar la opinión pública a través de los medios de comunicación que la casta del Bernabéu controla. O sea, todos). Personas (como uno, a cuyos padres mi abuelo aconsejó -sin éxito- no poder el nombre de un predecesor suyo, de infausta memoria para catalanes y valencianos) leen en voz alta documentos totalmente políticos y de tono totalmente amenazantes, indignos de un país occidental. "La ley, la ley" no dejan de repetir "la ley". Pero si no va más allá, este es el discurso de un Franco o de cualquier dictador: "la ley" significa "mi ley", o la impuesta por la mayoría para negar sistemáticamente derechos a una minoría, negándose a escucharla.

Han dejado pudrirse el problema durante años. Todos los señales del "català emprenyat" descrito por Juliana, de la progresiva "desafección" descrita por Montilla llevan diez años allí. Los silbidos en la copa de futbol desde por los menos 2009... Los gritos de independencia en partidos del Barça, cada minuto 17:14, también desde hace tiempo. ¿Y qué se ha hecho? Decir que "los catalanes hacen cosas" y ofrecer -disfrazándolo como una lluvia de millones- la misma cantidad en inversiones que en los últimos años, como su fuera un regalo (y con la consiguiente acusación de trato de favor, en alguna parte de España!)... Nada más. Incluyendo dinero prometido hace años y que hasta ahora no se ha visto, con en Rodalies. La tercera vía se pidió desde sectores económicos hace años. Ni caso. Ni caso. Y todo esto es político, no es una cuestión de orden público.

Han tenido que manipular las emisiones de TV, han alquilado altavoces más potentes, para reprimir el griterío de hinchas catalanes (a veces acompañados de bascos) en finales de Copa de futbol. Han amenazado a una docena de entidades con más de un millón en multas (lo has leído bien), por un manifiesto en un medio digital poco conocido que pedía un nuevo abucheo al himno español un par de días antes de la final de 2015... Y esto es un problema grave de convivencia, de gente normal (hinchas, buscadores de setas...) escandalizada por el trato de menosprecio y arrogancia por parte de un Estado que no ha querido buscar una solución. Solamente un castigo o una amenaza, cada vez. Esto no es un tema de orden público, no tiene que ver con hordas tumultuarias. Interior "es consciente de que una buena parte de las acciones tumultuarias y violentas desarrolladas estos últimos días han sido lideradas...". Es una realidad paralela, para intentar decapitar (nuevamente con medidas de represión, no políticas) las organizaciones sociales pro-independencia, que jamás ha alentado ningun grupo de personas a dedicarse a accions tumultuarias. Por Dios! Siguen los pasos exactos recomendados por el Conde-Duque de Olivares en su política centralizadora, hace casi 400 años (p. 224). Nada nuevo.  

Es un problema político, y reprimirlo no hace más que fomentar la desconexión mental de muchos catalanes, creo que la mayoría. Tanto es así que la nula credibilidad del gobierno español, y la constante falta de respeto a sus propios compromisos y promesas, imposibilita desde hace tiempo encontrar otra cosa que no sea un supervisado estudio de los activos y pasivos, y un reparto tan justo como sea posible.

El domingo los extranjeros con los que hablé estaban horrorizados. No habían visto nunca nada así. El coordinador de los observadores internacionales, con docenas de referèndums a la espalda en todas partes del mundo, tampoco.

Y es que una papereta y una urna son los instrumentos básicos de la democracia. No del delito. Nadie me ha dicho qué artículo de qué ley dice que un referéndum es "ilegal". Puede ser inoportuno, inválido, incómodo... Pero el uso de las papeletas y las urnas jamás puede ser "ilegal". Seamos sensatos. En ningún país del mundo. Lo que puede dar es un resultado que no cuadra con un marco institucional determinado. Vale. Pero incluso el resultado, en sí, no es ilegal. Podría serlo su ejecución, claro está. Pero solo en este momento. Pero a tu amigo y a sus compañeros les han dicho que todo es ilegal. Todo. Incluso hablar del tema en un Parlamento. Los extranjeros no se lo creen, de verdad.

Lo que esperamos es que la policia vuelva a sus casa. No ha sido necesaria su presencia, los Mossos controlan del todo el orden público (sin causar ni provocar violencia). Mientras estén aquí, recordaremos las palabras incendiarias de algún político del PP, espero que retiradas o desautorizadas. Y tenemos muchas ganas de olvidar los vídeos (fácilmente producto de una manipulación) de los familiares de los compañeros de tu amigo vitoreando "A por ellos" como si fueran a rescatar a ciudadanos secuestrados por unos invasores extranjeros, o afectados por ataques de lobos salvajes en un pueblo de montaña. Prefiero que en un país europeo del siglo XXI nadie creerá que estas pasiones patrioteras se den de verdad, y menos por el motivo. Debieron ser montajes.

Y ¿cuál era el motivo de su llegada? Pues la otra mentira del ministerio: a los inocentes hoteleros (otros no se tragaron la versión) les dijeron que venían por la amenaza terrorista. Si hubiera sido así, en casa les habríamos puesto cama y comida.

A pesar de todo, la cuestión no es de personas individuales, de profesionales que cumplen sus órdenes. El problema es de quien da las órdenes, más cuando la separación de poderes se ha difuminado tanto... Por lo tanto, estaré encantado, y lo digo de verdad, si marchan enseguida tu amigo y sus compañeros. Iré a desearles un buen viaje. De corazón. Con muchos, muchísimos catalanes. Estoy seguro. Sentimos solidaridad con ellos: los políticos los han separado de las familias, han dado órdenes que han incendiado la opinión pública contra ellos, han alojado a muchos de ellos de manera poco digna.

En fin, acabo. Seguro que alguien encontrará alguna frase que le sirve para querellarse conmigo. La vida es bella.

Corto el rollo, y tu misma: tu amigo debe tener otras cosas más importantes para hacer que leer esta carta, mucho más larga que las anteriores! Agur, Amaia!